Se cumplen 46 años de la noche donde estudiantes secundarios fueron secuestrados, torturados y desaparecidos por la última dictadura militar.
Las víctimas de esa noche trágica siguen marcando el camino de la militancia y el compromiso político estudiantil por la ampliación de derechos, incluso en los años mas hostiles de nuestro país.
Los lápices siguen escribiendo ayer, hoy y siempre!
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