Esta frase, parte de una de las letras de Callejeros, nos marca el camino cada 30 de diciembre cuando se cumple un año más de aquella fatídica noche. Hace 15 años salía a la luz como la negligencia estatal y la corrupcion se llevaban de golpe la vida y las ilusiones de 194 pibes y pibas que solo iban a un recital ansiosos de agitar rock and rolles.
A metros de Plaza Miserere, en un boliche conocido como Cromañon, Callejeros tocó en un lugar abarrotado de gente y sin las condiciones de seguridad necesarias. Las salidas de emergencia presentaban obstrucciones y la capacidad del local estaba totalmente colmada -la causa asegura que esa noche ingresaron alrededor de 4500 personas, el local estaba habilitado para mil-. El uso de pirotecnia dentro del lugar fue el detonante que, sumado a la falta de controles, desencadenó unas de las mayores tragedias no naturales de nuestro país.
A 15 años de aquel día, desde la FUA y como estudiantes, seguimos luchando para que no olvidemos la noche en que la ausencia estatal se llevó la vida de 194 personas con un promedio de edad de 22 años; dejando otra vez a la juventud como víctima de la desidia.
Los hechos demuestran que no fue la música, que no eran los recitales el problema como se quiso instalar. Si no que fue el estado en su completa ausencia, sin prevenir ni tener ningún tipo de control, especulando con los empresarios de la noche y dando vía libre sin imponer controles o negociando algunos de ellos. Tal es así que el responsable político, Aníbal Ibarra, aún hoy continúa impune y en libertad.
15 años después seguimos exigiendo justicia por las victimas y sus familiares.
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