Su lucha continúa
Este 20 de octubre se cumplen 10 años del crimen de Mariano Ferreyra, y su lucha contra la precarización laboral, la tercerización, las patotas en los sindicatos y la burocracia sindical está más vigente que nunca.
Mariano fue asesinado por la patota de José Pedraza de la Unión Ferroviaria, quien un año antes fuera puesto como ejemplo del «sindicalismo que construye» por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Mariano era un militante del Unión de Juventudes por el Socialismo y del Partido Obrero, estudiaba Historia en la UBA y trabajaba como tornero. Como activista del movimiento estudiantil, fue organizador y presidente del Centro de Estudiantes de su colegio secundario y luego dirigente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
En su carácter militante, Mariano se encontraba ese día acompañando la lucha de los trabajadores ferroviarios tercerizados, que reclamaban por su pase a planta. Se encontraban peleando contra la precarización laboral, un enorme negociado contra los trabajadores en el que estaban involucrados las empresas, el Estado y la burocracia sindical.
Es por eso que el ataque de la patota, que venía a defender ese negocio, contó con la complicidad de la policía, a través del subcomisario Garay para dejar la zona liberada. Este accionar tuvo el respaldo del por entonces jefe de Gabinete, Anibal Fernandez, quien declaró horas después del asesinato que «la policia hizo lo que tenía que hacer”.
Con lucha y movilización del movimiento estudiantil, del movimiento obrero y del pueblo argentino en general, se logró una condena inédita a una parte importante de los responsables políticos y materiales, en un país donde aún hoy siguen impunes los responsables políticos del asesinato de Kosteki y Santillan, Cromañón y Santiago Maldonado.
El crimen de Mariano puso sobre la mesa la precarización laboral no solo en el ferrocarril, sino en todo el país. Diez años más tarde, este problema sigue completamente vigente, con más de un 40% de la fuerza laboral argentina precarizada, con múltiples ataques de los gobiernos a los salarios y con la pobreza y la miseria en ascenso.
En un nuevo aniversario de su asesinato, reivindicar a Mariano es continuar la lucha en defensa de los trabajadores y contra la precarización laboral, es unir al movimiento estudiantil con el movimiento obrero para enfrentar los planes de ajuste, es dar la pelea por terminar con la burocracia sindical, y, en definitiva, es luchar todos los días por una transformación social que ponga fin a la explotación y a los negociados.
– A 10 años del crimen. Mariano Ferreyra Presente!
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