En este 24 de marzo atípico, las plazas del país estarán vacías de clamor popular, y del calor militante que está fecha merece.
La situación global nos obliga a quedarnos en nuestras casas y desde acá es donde debemos tener un rol reflexivo y con arduo ejercicio de memoria para profundizar sobre los acontecimientos que vivió nuestro país entre 1976 y 1983.
Un 24 de marzo inició nuestra noche más larga. El crecimiento desmedido de la dominación militar sobre la sociedad civil, con el correlato de gastos de “seguridad”, la supresión de toda expresión cultural popular, la confiscación de las libertades públicas y las garantías individuales por medio de un complejo aparato represivo, aseguraría el desmantelamiento de todas las organizaciones políticas y sociales que se oponían a la dictadura. Este totalitarismo jamás visto en nuestra historia dejo un saldo de 30000 desaparecidos.
Hoy 44 años después sigamos fortaleciendo nuestro sistema democrático, defendiendo nuestro estado de derecho, teniendo como pilares fundamentales las búsquedas de la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA.
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