Nuestro repudio a los dichos del Ministro de Educación y Deportes de la Nación.

La Ley Nacional 1420, sancionada en 1884, estructuró el sistema educativo nacional estableciendo la obligatoriedad de la enseñanza, su gratuidad y laicismo, a cargo del Estado.

Desde aquel entonces nuestro Estado es responsable de la educación porque se entiende que ésta es un derecho humano y por lo tanto, este debe garantizarla. Mucho ha pasado desde la sanción de la misma, el sistema ha cambiado, sin embargo, los principios de gratuidad, obligatoriedad y laicidad son irrebatibles y para el movimiento estudiantil, discusiones saldadas.

Sin ir más lejos, la Iglesia ha sido en muchas ocasiones, un impedimento para avanzar en discusiones que tienen que ver con el mejoramiento de nuestra educación. A modo de ejemplo, dicha institución se opone a la implementación de la ya sancionada Ley de Educación Sexual Integral (ESI) que tanta falta hace para formar a nuestros/as jóvenes en el cuidado de su cuerpo, el respeto por el otro, sus derechos sexuales y reproductivos, entre otros.

Es así que ante las declaraciones del Ministro de Educación y Deportes de la Nación, acerca de lo que él cree como necesario reafirmamos nuestro compromiso y lucha por una educación laica, libre de dogmas. También instamos a las provincias que aun deben trabajar por fortalecer el principio de laicidad en sus currículas.