La FUA en su momento se mostró en contra de esta práctica ya que iba en contra de nuestra prédica por una educación laica.
Hoy, con el fallo de la CSJ que lo pone en carácter de inconstitucional, nos parece importante en primer lugar, celebrarlo y en segundo, aprovechar la oportunidad para poner en valor nuevamente la educación laica, el primer paso hacia un Estado laico.
En primer lugar dictar una religión implica ponderarla por delante de las demás, generando una relación asimétrica con aquellos/as que no la profesan, y más aun con los/las que no creen en ninguna en particular. Esto lleva a una situación continua de discriminación, lo que además nos lleva al continuo adoctrinamiento.
Hoy la educación gano una batalla que nunca debería haber estado en duda. Celebramos, nuevamente, el fallo de la Suprema Corte.
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