Diciembre empieza con el país viendo al congreso.
Durante décadas nuestro país no supo afrontar un tema tan sensible como es el previsional.
Se llenó el sistema previsional de parches fruto de que ningún gobierno quiso afrontar el verdadero problema de raíz.
Con avances y retrocesos llegamos a la triste sensación de que nuestros abuelos siempre están igual.
Necesitamos que los jubilados tengan la certeza que no van a perder y por eso hacemos nuestro pedido a quienes corresponda de tener esas certezas.
Con el diálogo como premisa siempre, bajo ningún concepto sería aceptable que una reforma de este tipo salga por un decreto de necesidad y urgencia.
La vida institucional de nuestro país necesita de debate en paz y con propuestas.
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